La relación de pareja es algo complejo. Dos personas con sus “estructuras” se juntan para formar otra “estructura” con su propio lenguaje. Las relaciones se truncan muchas veces porque no nos abrimos realmente al otro. Cuando mi autoconcepto es bastante pobre, esto se va a jugar una y otra vez en la relación. Por ejemplo, imaginemos que cometemos un error, ¿Cómo lo afrontamos ante nuestra pareja? Si nuestra autoestima no está bien asentada, nuestra reacción inicial puede ser sentirnos “estúpidos” ante él/ella. Me juzgo y me imagino que el otro me juzga. Nos colocamos en una posición de inferioridad que “tenemos que defender”. Al menor comentario del otro, saltaremos o simplemente nos sentiremos mal. Inconscientemente el otro se convierte en “el enemigo” y lo único que queda es ataque/defensa.
El trabajo principal es por supuesto, sobre nuestro autoconcepto pero hay algo que puede ayudarnos en la tarea de no proyectar nuestra autocrítica en la pareja:
Creer realmente en el amor del otro. Sabemos que nos quieren pero ¿lo hemos llevado al corazón? ¿Nos hemos abierto realmente a que nos llegue el amor, la valoración, la admiración de nuestra pareja? ¿Sabemos realmente que nuestra pareja quiere vernos felices? ¿Qué no es un enemigo esperando la primera señal de debilidad por nuestra parte para atacarnos? ¿Qué sus malas reacciones hablan más de sus propias limitaciones que de su deseo de hacernos daño o su falta de amor? ¿Hemos meditado esto lo suficiente?
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